martes, 17 de septiembre de 2013

Capitulo 1- Encuentro.

Primera Parte

2013


   Todo estaba oscuro, solamente se podían observar unas alas tan rojas como la sangre en aquella obscuridad, llovía fuego desde más allá de la umbra y unos ojos totalmente escarlatas se encontraban a tan solo unos pasos de distancia...

-El reloj marcará la hora del fin. El día se aproxima... Despierta...

Silencio.
Todo se esfumo. Un camino blanco apareció entre las tinieblas...

Sonó una alarma anunciando las 07:00 AM.

-¡Maldición!- Gritó Lauren- ¡Me he quedado dormida!

Lauren salió a toda prisa de su cuarto y se metió al baño. A la media hora después, ella ya estaba vestida con el uniforme del instituto y bajó a desayunar.

-¿A dónde crees que vas con esa pinta?- Preguntó un muchacho bastante apuesto. Tenia el cabello castaño claro y mal cortado, que le daba la apariencia de un chico rudo, unos ojos castaños que le hacían juego con su cabellera y piel clara. Iba vestido con una playera gris, la cual tenía las mangas desgarradas, permitiendo así mostrar una musculatura bien definida y unos holgados pantalones negros.

-Al instituto, y creo que tu también deberías ir. Así que ve y cámbiate de ropa.

-¿Eh? Idiota, hoy no tenemos clases. Es sábado.

-No mientas Daniel, hoy es... ¿Que día es hoy?- Pregunto distraídamente Lauren.

-No tiene remedio, ¿verdad? -Suspiró-. Hoy es sábado 15 de Junio.

Sin decir ninguna palabra, Lauren se marchó de aquel lugar, para poder refugiarse en su cuarto.
Se quitó la ropa del instituto, quedando solo en ropa interior y se aproximo a un espejo de cuerpo completo que tenia en su habitación.
Lauren era una chica de aprox 1.65 -para tener 15 años era la mas alta de su curso entre las chicas y eso la acomplejaba bastante-, tenía un cabello castaño oscuro que lo llevaba hasta la cintura y muy bien cuidado. Siempre lo tenía que estar peinando y cuidándolo, ya que su cabello era un tanto rebelde, habían veces que amanecía con una maraña en el pelo y no lo lograba desenredar hasta horas pasadas, y en otras ocasiones, su cabello estaba bastante dócil. Aquella mañana, estaba dócil.
Sus ojos eran un marrón oscuro, que a veces se confundían con el negro, pero eran grandes y sus pestañas tan largas que hacían que su mirada fuera tan intensa que lograba cohibir a cualquier chico que la miraba desafiante. Sin duda, sus ojos eran lo que a ella más le gustaba de su cuerpo.
Su figura no era precisamente la de una modelo, pero lo tenía algo desarrollado. Era delgada y su cintura era pequeña lo que fácilmente le hacia resaltar unas caderas agraciadas, pero no tan anchas, su busto no era extravagante o grande, pero si competía con una niña de 13 años, seguramente ganaría por mucho en una competencia de pechos.

Suspiró- Pronto crecerán- dijo y se llevo una mano a sus pechos-. No es que quiera quiera tener problemas en la espalda por tanto peso en mi delantera. Solo que mi madre molesta mucho por eso...

Se dirigió a su closet y abrió un cajón. Mientras rebuscaba algo para ponerse, su mano topo con un objeto pequeño y frío. Lo tomo y saco su mano para poder observar de que trataba.
Era un collar.

-No recuerdo este collar...-Decía mientras se dirigía a su cama y sin darse cuenta, se quedo dormida.






Escrito por: Claudia Donoso
Corregido por: Raúl Ramírez

sábado, 24 de agosto de 2013

Prólogo.


Londres, 1996.


La Mansión Morgüer era una casona construida a principios del siglo XIX. Para ser bastante antigua, se mantenía en perfecta condiciones, aunque no se traba se una casa moderna, era un lugar bastante amplio y acogedor. Claro, si hubiera sido habitad por humanos  pero en este caso, no era así.
Esa casona constaba de 4 habitaciones bastante grandes en la planta inferior -cocina, baño, living y comedor- y de 5 en la parte superior - tres de esas habitaciones eran dormitorios y las otras dos eran baños-. Pero también, existía en aquella casa un pasadizo secreto que conducía a un sótano bastante amplio, incluso mas grande que la casa misma.
El sótano estaba alumbrado por un misterioso fuego azul que brillaba en las paredes de aquel lugar y se podía observar a dos seres, uno tan pequeño como un niño de 5 años que se paseaba de un lugar a otro de forma impaciente, y el otro de apariencia de un adulto de 35 años, que estaba sentado esperando a algo... o a alguien...

-¡Amo! ¡Amo! Ese incompetente del ángel ya llegó- dijo una especie de gnomo de no mas de 1.20 cm, completamente arrugado y de apariencia grotesca.

-Muy bien, ahora... ¡Largo de mi vista, Orion!- Gruño el aparente amo del gnomo. El llevaba una túnica color turquesa que le llegaba hasta las rodillas y llevaba unos pantalones negros que llegaban a parecer calzas.

-Pe...pero señor amo, yo quiero...

-¡Lárgate maldita sea!-Le cortó el amo.

-Quien diría que Azazel, un gran jefe de los docientos ángeles caídos necesita a un ángel de la muerte para poder cumplir un capricho suyo, ¿eh?- Dijo un muchacho apareciendo entre las sombras. Este llevaba unos pantalones holgados negros y una camiseta bastante apretada, que permitía ver su desarrollado cuerpo.

-Alexander- Azazel hizo una reverencia con su cabeza en forma de saludo- espero que no se te suban los humos a la cabeza.

- Es inevitable, que tu me pidas ayuda, realmente es de presumir, demonio Azazel.

- No me hables como si tu no fueras como nosotros, "ángel" de la muerte.- dijo remarcando la palabra ángel y sonriendo de oreja a oreja, mostrando unos dientes exageradamente blancos y afilados como los de un tiburón- También robas almas de humanos, asesinas solo por diversión y no te importa nadie mas que tú.

-Pero a diferencia de ustedes, mi trabajo es justificado, idiota.- dijo Alexander de forma divertida.

-Silencio Alexander, sabes ya la razón por la cuál te he llamado.

-Eh... supongo- dijo Alexander mientras se rascaba la cabeza distraídamente no muy seguro de su respuesta.

-Creo que aquí el idiota eres tu, Alexander.

-Haha, como digas. ¿Que es lo que quieres de mi Azazel?

- Deseo que mates a una persona.

-Buuh- resoplo Alexander- debí haberlo imaginado. ¿Porque alguien querría disfrutar de mi compañía?- dijo con un fingido tono de voz dolido y melancólico.

- A pesar de que eres el mejor de tu especie y muchos te piden ayuda, eres realmente desagradable.

- Pero te olvidas que muchos me aman- Alexander sintió el ego en su voz- y me desean a morir.

- No nos desviemos de tu misión.- dijo molesto Azazel.

-Bien, de verdad eres bastante aburrido, ¿es que acaso no tienes sentido del humor?- dijo Alexander en un suspiro, mientras sacaba de su pantalón una libreta de forro negro- Dime la fecha y hora de la muerte.

- 8 de diciembre de 2013, a las 00:00.

- Bien, bien, ¿Algo más?- preguntó Alexander mientras escribía perezosamente sobre su libreta.

-¿Esperas algo más?

-Si, una taza de café, galletas, una película XXX y mujerzuelas a mi alrededor- dijo Alexander con aparente sarcasmo- El nombre de la victima, eso es lo que estoy esperando. Idiota.

-¡No le vuelvas a hablar de ese modo a mi amo! ¡Maldito cuervo de pacotilla!- Grito Orion desde el fondo de la sala donde aparentemente había estado esperando el momento de salir de allí.

-¿Cuervo? Espero que no me estés llamando así por el color de mis alas, intento de duende deformado.

-Ya verás...

-¡Cállense los dos de una maldita ves!- Grito Azazel con una cólera que se escapaba de sus palabras.

-Tsk, esta bien. Realmente deseo salir de este lugar, huele a azufre y realmente apesta a esa cosa- Alexander dijo señalando a Orion- ¿Y bien?

-¿Y bien, que?

- El nombre del ser que muere, idiota. Espero que la paga valga la pena Azazel.

-Lo valdrá, te lo juro.

-No se si fiarme de tus promesas...

-Se llama Lauren.

-¿Que?- pregunto sorprendido Alexander.

- La chica que matarás, se llama Lauren. Lauren Cold.

-Muy bien, déjamelo en mis manos.

 Y con esas palabras, Alexander desapareció del mismo modo en el que apareció  entre las penumbras del sótano.

-Espero que no falles, Ángel de la Muerte, Alexander...-susurró para si mismo Azazel.

-Amo, ¿porque le dio este trabajo a ese ángel?- pregunto arrodillándose frente a Azazel- Usted sabe que yo podría haberlo hecho.

-Si, lose muy bien Orion.

-Entonces, ¿porque?

-Verás Orion- y mientras Azazel le contaba la verdad, Orion no podía evitar estremecerse de vez en cuando- Es por eso que tu, ni yo, ni nadie en este mundo puede hacer eso.

- Entonces usted...

-Si Orion, así es.

Noticias.

Hola :D Mucho gusto, me llamo Claudia, y usare este Blog para escribir una novela. Deseo poder subirla por capítulos, y así debería avanzar rápido.

Como ven en el nombre del Blog, esta novela se llamará Prohibido, la cuál contará la vida de una chica llamada Lauren que conoce a un muchacho muy peculiar, y desde entonces, su vida dará un cambio radical.

Si eres amante de las novelas de fantasía, romance y acción, te recomiendo que la leas (:

Realmente espero de corazón que sea de su agrado.

Buenos días-tarde-noche, saludos y un gran abrazo a todos ♥(: