sábado, 24 de agosto de 2013

Prólogo.


Londres, 1996.


La Mansión Morgüer era una casona construida a principios del siglo XIX. Para ser bastante antigua, se mantenía en perfecta condiciones, aunque no se traba se una casa moderna, era un lugar bastante amplio y acogedor. Claro, si hubiera sido habitad por humanos  pero en este caso, no era así.
Esa casona constaba de 4 habitaciones bastante grandes en la planta inferior -cocina, baño, living y comedor- y de 5 en la parte superior - tres de esas habitaciones eran dormitorios y las otras dos eran baños-. Pero también, existía en aquella casa un pasadizo secreto que conducía a un sótano bastante amplio, incluso mas grande que la casa misma.
El sótano estaba alumbrado por un misterioso fuego azul que brillaba en las paredes de aquel lugar y se podía observar a dos seres, uno tan pequeño como un niño de 5 años que se paseaba de un lugar a otro de forma impaciente, y el otro de apariencia de un adulto de 35 años, que estaba sentado esperando a algo... o a alguien...

-¡Amo! ¡Amo! Ese incompetente del ángel ya llegó- dijo una especie de gnomo de no mas de 1.20 cm, completamente arrugado y de apariencia grotesca.

-Muy bien, ahora... ¡Largo de mi vista, Orion!- Gruño el aparente amo del gnomo. El llevaba una túnica color turquesa que le llegaba hasta las rodillas y llevaba unos pantalones negros que llegaban a parecer calzas.

-Pe...pero señor amo, yo quiero...

-¡Lárgate maldita sea!-Le cortó el amo.

-Quien diría que Azazel, un gran jefe de los docientos ángeles caídos necesita a un ángel de la muerte para poder cumplir un capricho suyo, ¿eh?- Dijo un muchacho apareciendo entre las sombras. Este llevaba unos pantalones holgados negros y una camiseta bastante apretada, que permitía ver su desarrollado cuerpo.

-Alexander- Azazel hizo una reverencia con su cabeza en forma de saludo- espero que no se te suban los humos a la cabeza.

- Es inevitable, que tu me pidas ayuda, realmente es de presumir, demonio Azazel.

- No me hables como si tu no fueras como nosotros, "ángel" de la muerte.- dijo remarcando la palabra ángel y sonriendo de oreja a oreja, mostrando unos dientes exageradamente blancos y afilados como los de un tiburón- También robas almas de humanos, asesinas solo por diversión y no te importa nadie mas que tú.

-Pero a diferencia de ustedes, mi trabajo es justificado, idiota.- dijo Alexander de forma divertida.

-Silencio Alexander, sabes ya la razón por la cuál te he llamado.

-Eh... supongo- dijo Alexander mientras se rascaba la cabeza distraídamente no muy seguro de su respuesta.

-Creo que aquí el idiota eres tu, Alexander.

-Haha, como digas. ¿Que es lo que quieres de mi Azazel?

- Deseo que mates a una persona.

-Buuh- resoplo Alexander- debí haberlo imaginado. ¿Porque alguien querría disfrutar de mi compañía?- dijo con un fingido tono de voz dolido y melancólico.

- A pesar de que eres el mejor de tu especie y muchos te piden ayuda, eres realmente desagradable.

- Pero te olvidas que muchos me aman- Alexander sintió el ego en su voz- y me desean a morir.

- No nos desviemos de tu misión.- dijo molesto Azazel.

-Bien, de verdad eres bastante aburrido, ¿es que acaso no tienes sentido del humor?- dijo Alexander en un suspiro, mientras sacaba de su pantalón una libreta de forro negro- Dime la fecha y hora de la muerte.

- 8 de diciembre de 2013, a las 00:00.

- Bien, bien, ¿Algo más?- preguntó Alexander mientras escribía perezosamente sobre su libreta.

-¿Esperas algo más?

-Si, una taza de café, galletas, una película XXX y mujerzuelas a mi alrededor- dijo Alexander con aparente sarcasmo- El nombre de la victima, eso es lo que estoy esperando. Idiota.

-¡No le vuelvas a hablar de ese modo a mi amo! ¡Maldito cuervo de pacotilla!- Grito Orion desde el fondo de la sala donde aparentemente había estado esperando el momento de salir de allí.

-¿Cuervo? Espero que no me estés llamando así por el color de mis alas, intento de duende deformado.

-Ya verás...

-¡Cállense los dos de una maldita ves!- Grito Azazel con una cólera que se escapaba de sus palabras.

-Tsk, esta bien. Realmente deseo salir de este lugar, huele a azufre y realmente apesta a esa cosa- Alexander dijo señalando a Orion- ¿Y bien?

-¿Y bien, que?

- El nombre del ser que muere, idiota. Espero que la paga valga la pena Azazel.

-Lo valdrá, te lo juro.

-No se si fiarme de tus promesas...

-Se llama Lauren.

-¿Que?- pregunto sorprendido Alexander.

- La chica que matarás, se llama Lauren. Lauren Cold.

-Muy bien, déjamelo en mis manos.

 Y con esas palabras, Alexander desapareció del mismo modo en el que apareció  entre las penumbras del sótano.

-Espero que no falles, Ángel de la Muerte, Alexander...-susurró para si mismo Azazel.

-Amo, ¿porque le dio este trabajo a ese ángel?- pregunto arrodillándose frente a Azazel- Usted sabe que yo podría haberlo hecho.

-Si, lose muy bien Orion.

-Entonces, ¿porque?

-Verás Orion- y mientras Azazel le contaba la verdad, Orion no podía evitar estremecerse de vez en cuando- Es por eso que tu, ni yo, ni nadie en este mundo puede hacer eso.

- Entonces usted...

-Si Orion, así es.

Noticias.

Hola :D Mucho gusto, me llamo Claudia, y usare este Blog para escribir una novela. Deseo poder subirla por capítulos, y así debería avanzar rápido.

Como ven en el nombre del Blog, esta novela se llamará Prohibido, la cuál contará la vida de una chica llamada Lauren que conoce a un muchacho muy peculiar, y desde entonces, su vida dará un cambio radical.

Si eres amante de las novelas de fantasía, romance y acción, te recomiendo que la leas (:

Realmente espero de corazón que sea de su agrado.

Buenos días-tarde-noche, saludos y un gran abrazo a todos ♥(: